Los riesgos de contaminación por virus y bacterias se incrementan en áreas con mucha afluencia y por las operaciones empresariales que se hacen. Los caudales de aire siempre deben ser de la mejor calidad, y eso dependerá mucho del manejo que se le den a los ductos de aireación mecánica, incluyendo el aire acondicionado y demás aparatos. Áreas de producción y administración, tienen que estar muy bien salvaguardadas en ese aspecto, con todo y la limpieza o sanitización que ello implica, para minimizar los riesgos de contagio por COVID-19 u otra clase de virus.
Técnicos y especialistas en el tema del AC, deberán tomar las pautas para el buen diseño de los ductos, y así lleguen los caudales a todas las zonas, pero donde se tenga mucho en cuenta la calidad del aire, en cuanto a su purificación e inclusive con capacidad para sanitizar un determinado ambiente. De hecho, el concepto de ventilación industrial implica precisamente, que al menos se tengan tres características esenciales:
- Que proporcionen aire fresco.
- Que propicien un aire puro a través de eliminación de contaminantes y que a su vez, se proyecte un confort térmico con un microclima equilibrado tanto en temperatura como en humedad.
- Refrigeración o enfriamiento para reducir el estrés térmico en las áreas más pesadas y para operaciones industriales específicas.
Existen dos tipos de ventilación industrial: natural y mecánica. Lo importante es que cualquiera de estas dos por separado o en conjunto, logren hacer los reemplazos de caudales de aire contaminado y sobrecalentado, para que sea reemplazado por oxígeno del exterior o en su defecto, que la sustitución se haga a través de recirculación de aire previamente tratado.
Por supuesto que en esto también entran otros mecanismos de climatización, como el aire acondicionado, Mini Split Inverter, humidificadores, deshumidificadores, ionizadores o purificadores de aire, y filtros especiales para tratamiento de pureza de la circulación de oxígeno.
Como sea, por medio de la ventilación industrial forzada, se pueden hallar subtipos, como reemplazo de aire interno por externo, en caudales que se dan en intervalos de tiempo o de acuerdo a las necesidades de oxigenación. Se da comúnmente por extracción, usando extractores localizados puntualmente en zonas especiales. Esta clase de aireación es excelente para aquellas áreas industrializadas que constantemente precisan de renovación ambiental, debido al manejo de gases y vapores, como en zonas de calderas, o por la aparición de polvos, como lo es en la industria de la construcción; donde muchas veces se tienen que usar cañones nebulizadores para purificar aún más el ambiente viciado.
Otro método es a través de inyección de aire exterior, para que este cause una presión sobre el oxígeno interno ya viciado, para sacarlo por ductos, rejillas, rendijas o cualquier otra salida. Este proceso es usado en naves industriales o bodegas que precisan caudales de oxígeno puro en grandes cantidades, y donde el aire natural no es suficiente para satisfacer las demandas de ventilación industrial. Por lo regular en este tipo, se emplean grandes ventiladores o sistemas de aire acondicionado de gran capacidad, más conocidos como los ‘chillers’.
Mediante una hibridación de aireación natural y forzada, tendrían que llevar a las siguientes características: renovación total del oxígeno para erradicación total de virus, bacterias y sustancias químicas tóxicas, que normalmente no pudieran ser eliminadas completamente por agentes desinfectantes.
Por otro lado, está la renovación parcial, que implica una recirculación constante del aire, donde este se trate completamente. Este método es el de mayor aplicación porque es muy completo, al eliminar humedad alta derivada de un importante estrés térmico. En estas etapas, los filtros son de suma importancia, cuyas características ya no solo es de capturar las partículas de polvo y microorganismos casi en un 100%, sino que también posean capacidad de purificación de aire.