Desde el inicio de la civilización el agua ha sido vital para la subsistencia de cualquier ser vivo y el desarrollo de la riqueza de un país, al ser indispensable en casi cualquier proceso de producción de diversos productos.
El 70% de nuestro cuerpo está constituido de agua y si dejáramos de tomar este vital líquido moriríamos en pocos días. Además de ser bebida, el agua es utilizada en casi todas nuestras acciones cotidianas, he de ahí la importancia del correcto uso que le brindemos para saber no desperdiciarla, ya que como sabemos es un recurso no renovable. En el mundo el 70% de la superficie está cubierta de agua, de esta el 97,5% es salada y el 2,24% restante es agua dulce congelada en casquetes polares y glaciares o son aguas subterráneas profundas, de este porcentaje de agua dulce sólo el 0,26% es agua accesible para el consumo que se encuentra en los ríos, lagos etc.
Para que el agua sea utilizada por el ser humano debe de ser potable no solo para consumo sino también para el uso común y para ello el agua debe de reunir diversas bondades: incoloro, insípido e inodoro; es decir, no tiene color, sabor ni olor esto a su vez refleja su mayor grado de pureza.
El agua potable es necesaria e indispensable para la vida del hombre, ya que su consumo es seguro y no produce enfermedades, pero a medida que la población aumenta, ésta escasea, porque tristemente es desperdiciada por personas carentes del sentido de responsabilidad y solidaridad humana. Después del aire, el agua es el elemento más indispensable para la existencia del hombre. He de ahí la preocupación de su escases y la gran problemática en la que se ha convertido su obtención y conservación, todos aquellos que contemos con la fortuna de contar hasta ahora con agua potable debemos de concientizarnos de la importancia del cuidado de éste vital liquido, aprovechándolo de la mejor forma posible y empezando a actuar para conservarlo.
El agua y el paisaje
El agua está en muchos lugares: En las nubes; en los ríos, en la nieve y en el mar. También está donde no la podemos ver, como en el aire mismo, en nuestro cuerpo, en los alimentos y bajo la tierra. Además, el agua cambia de un lugar a otro.
El agua es necesaria para la vida del hombre, los animales y las plantas. Es parte importante de la riqueza de un país; por eso debemos aprender a no desperdiciarla.
Todos sabemos que el agua es indispensable para la vida y que si dejáramos de tomarla moriríamos en pocos días.
Un 70% de nuestro cuerpo está constituido por agua; encontramos agua en la sangre, en la saliva, en el interior de nuestras células, entre cada uno de nuestros órganos, en nuestros tejidos e incluso, en los huesos.
Además de agua para beber, nosotros los seres humanos utilizamos agua en casi todas nuestras acciones, es decir, la requerimos para preparar alimentos, lavar ropa o trastes, aseo personal, riego de cultivos, cría de animales, fabricación de productos, producción de energía, etc.
Como sabemos, el agua es un líquido incoloro, insípido e inodoro; es decir, no tiene color, sabor ni olor cuando se encuentra en su mayor grado de pureza. Es un elemento vital ya que sin ella no sería posible la vida de los seres vivos (animales o plantas).
Se llama agua potable a la que se puede beber y aguas minerales a las que brotan generalmente de manantiales y son consideradas medicinales para ciertos padecimientos. Las aguas duras se caracterizan porque, si se hierven, dejan en el fondo del recipiente un residuo calcáreo; no sirven para beberlas y como no producen espuma con el jabón tampoco sirven para lavar.
Traer agua a la ciudad es muy difícil y muy costoso; casi toda la que consumimos proviene de sitios muy lejanos.
En todas las actividades humanas el agua está presente: en la ciudad se utiliza para la alimentación, la higiene, el riego de parques, bosques y jardines, y para fines industriales.
El agua ha sido importante en nuestro planeta desde que se inició la vida, reflejándose en la historia. En nuestro país, antes de que llegaran los Españoles los indígenas adoraban a Tlaloc y Chac, dioses viejos, dioses de la lluvia; indispensables para que el agua no faltara.
Los Nahuas creían que los niños eran un regalo de los dioses y que antes de ser niños, nadaban en el agua en forma de pececitos de jade.
Los antiguos griegos consideraban que el agua era uno de los cuatro elementos básicos del universo. Esta creencia viajó por todo el mundo durante siglos sin perder fuerza; hoy, los científicos afirman que el agua existió desde la formación de la Tierra y que en los océanos se originó la vida.
El agua siempre ha estado presente: en mitos o leyendas, en una cascada, para la limpieza, para calmar la sed o como medio de transporte. Pero, más que ser famosa, el agua es una “estrella” de actualidad porque ahora se saben más detalles del agua que son vitales para que nuestro planeta siga funcionando, por ejemplo:
Regula el clima de la Tierra conservando temperaturas adecuadas;
Su gran fuerza genera energía;
El agua de la lluvia limpia la atmósfera que está sucia por los contaminantes;
y algo más: en los poblados y ciudades el agua se lleva los desechos de las casas e industrias. Todo eso hace que el agua sea un elemento insustituible y muy valioso que debemos cuidar.