Control ambiental con ventilación industrial
La presencia del agua y su susceptibilidad a sufrir transformaciones, están en todo tipo de materiales, incluyendo el cuerpo humano. Pero, ¿qué pasa cuando material fotográfico invaluable está expuesto a fluctuaciones de saturación atmosférica? Cuando se dice fluctuaciones, es una presencia o ausencia desmedida de humedad relativa en el ambiente, lo cual perjudica de una u otra forma cualquier tipo de papel, incluyendo el de fotografía.
Archiveros han perdido miles o hasta cientos de miles de pesos, por la incidencia de los factores atmosféricos en material valioso, incluso si éste se guarda relativamente bien en cajas o recipientes. En ese sentido, calcular los parámetros de ventilación industrial, con ayuda de deshumidificador, o en su defecto, de algún sistema de humidificación, será esencial en todos sentidos, para mantener un balance atmosférico que auxilie en la conservación de objetos, sobre todo, aquéllos hechos con papel.
Generalmente, el ser humano debería estar diseñado para vivir cómodamente en una humedad relativa ambiental de entre 30% y 60%. Debajo de esos valores, las mucosas se secan, y se vuelven más susceptibles a enfermedades respiratorias. Valores por encima, se satura el aire, incomodando con mucha transpiración, además de los inherentes microorganismos que suelen aparecer en dichas condiciones.
Ese es un parámetro de fluctuación de humedad en los humanos, y se puede partir de ahí, para comprender su incidencia en otros materiales, como las fotografías.
La humedad relativa fluctuante y sin control con adecuado aire acondicionado y desecantes/humidificadores, causará tensiones y deformaciones en material fotográfico. Especialmente las fotos laminadas, cuyas capas se ven afectadas invariablemente, proyectando ondulaciones evidentes. Cuando la humedad relativa es alta, entonces, una copia de gelatina se curvará hacia afuera, opuestamente se curvará hacia dentro, en caso de que la sequedad ambiental sea la dominante. Es básicamente un tira y afloja de dilatación y encogimiento ante las fluctuaciones atmosféricas, que tienen que ver mucho con humedad en el ambiente.
En procesos fotográficos antiquísimos, y que todavía pueden permear en algunas colecciones de archivos históricos, son súper susceptibles a las curvaturas por una humedad alta y la ausencia de desecantes, sobre todo las fotografías en albúmina, cuyas ondulaciones son capaces de llegar a formar tubos muy difíciles de desenrollar, mucho menos evitar que se dañen otras partes ante tal manipulación agresiva que se les puede dar. Por ello, si se nota una alta saturación atmosférica, o en su defecto, una sequedad excesiva, entonces habrá de equilibrar el ambiente con mecanismos de humidificación o desecación.
Asimismo, en los negativos, se presentarán deformaciones cuando existe una fluctuación importante en el ambiente. Por ejemplo, el negativo de vidrio, puede mostrar desprendimientos en las áreas de emulsión, y en los de colodión, se presentarán rayaduras.
Más aún, si las fluctuaciones atmosféricas referentes a la humedad, son de naturaleza cíclica, entonces los materiales estarán todavía más agresivamente expuestos a tensiones. Es preponderante que todo el tiempo, en la zona de colecciones fotográficas o archiveros, el clima esté equilibrado, con excelente ventilación/extracción industrial, durante todo el día.
Tomar en cuenta la variabilidad atmosférica entre interiores y exteriores
Sobre todo, en edificios constantemente expuestos a variables climatológicas en una determinada región. Nunca hay que olvidar, que el clima exterior, suele incidir en el interior, de acuerdo al clima de la zona, la estación del año, la presión atmosférica, entre otros aspectos.
Si el clima está muy gélido en exteriores, entonces es normal depender de mucha calefacción para las áreas interiores. Este solo factor, puede llevar a una disminución de humedad bastante relevante. Da aparecer esto, pues pondrá en riesgo todo material fotográfico. Lo que queda es balancear esas áreas interiores, con humidificación, pero, sobre todo, una ventilación industrial atmosférica adecuada.