Como aprovechar y potenciar la ventilación industrial natural con ventiladores
Por lo regular, las estancias pequeñas basta con ventilarlas de forma natural, con la simple circulación del aire para refrescar todos los cuartos, y más si se sabe sacar provecho de la circulación cruzada. Sin embargo, qué pasa con aquellas áreas considerablemente más grandes, como naves industriales, almacenes de productos o bodegas para guardado de materia prima.
La ventilación industrial como todo un concepto global, debe abarcar el máximo aprovechamiento de la aireación
natural, pero además, hacer excelente uso de mecanismos como ventiladores, extractores, aire acondicionado, humidificadores, nebulizadores industriales y hasta purificadores de oxígeno (ionización).
Esto es necesario para obtener el nivel ambiental adecuado, donde todas y todos nos sintamos a gusto, para realizar desde las tareas cotidianas hasta las más extenuantes, dependiendo de la naturaleza del trabajo. Pero además, también se tiene que buscar la manera de maximizar las cuestiones energéticas, en el uso de dichos aparatos. Es decir, para que exista una buena ventilación industrial, se tienen que acudir a elementos naturales, para potenciar su fuerza todavía más, con mecanismos eficientes, en todos aspectos.
Por ejemplo, dependiendo de la orientación de la nave industrial, es como se aprovechará de mejor forma una aireación natural, para refrescar las áreas más grandes y donde haya estrés laboral importante, y en caso de necesitarlo, entonces hacer uso de extracción mecánica y ventiladores, para que se potencie un confort térmico más
latente.
Hay que saber emplear las entradas de aire natural, es decir, sacar provecho a una determinada hora del día, y mantenerlas cerradas cuando sea necesario. Por ejemplo, de nada servirá que en un complejo, se mantengan abiertas, mientras que en la nave industrial de a lado, se ejecuten procesos industriales que lleguen a contaminar al edificio de a lado, solo propiciando un aire viciado para los colaboradores y clientes.
Es aquí cuando entra el funcionamiento de otros dispositivos alternos, como nebulizadores y humidificadores industriales, que ayuden a maximizar la eficiencia del oxígeno a través de otros aparatos, como el mismo aire acondicionado. De hecho, está comprobado que en términos de confort térmico y eficiencia energética que lleve a ahorro de dinero, el uso de humidificación o nebulización es más que suficiente para propiciar un ambiente ideal, en todos sentidos. Esto aunado a una buena ventilación industrial por medio de ventiladores y extractores, llevará a una climatización sana de cualquier lugar, independientemente de su tamaño.
Ahora, también es cierto que hay que tomar en cuenta el tipo y potencia de los mecanismos. Por ejemplo, en una
estancia cerrada, por lo regular se encuentran las entradas de aireación cerca de la superficie del suelo, mientras que los mecanismos de extracción, se hallan en la cercanía de los techos y muros altos. Se tiene que calcular la potencia extractiva, con respecto a los caudales de aire que están entrando en la estancia. Se debe hacer lo más preciso posible, para evitar fluctuaciones regresivas de un aire viciado, hacia dentro de las instalaciones.
La ventilación industrial abarca a la aireación natural y mecánica. Ambos conceptos deben empatar para que se complementen uno al otro. Si en un espacio donde se guardan elementos industriales, cuenta con buenas entradas para circulación de oxígeno, pues básicamente sería suficiente para eliminar remanencias tóxicas que se pudieran acumular. Pero a veces eso no es posible y en ese sentido, habrá que hacer instalación de potentes ventiladores y extractores, que no solo hagan circular el aire, sino que lo depuren con filtros de buena calidad y larga vida útil.
No es raro que muchas empresas lleguen a optar por instalar grandes elementos ionizadores ambientales o en su defecto, adquirir y emplear nebulizadores industriales, para la sanitización completa de una estancia cerrada.
