Estamos siendo testigos de los contaminantes que están dañando sistemáticamente a nuestro planeta, y que obviamente repercute en nosotros de manera directa. Somos testigos de que la fauna marina está sufriendo a causa de los plásticos que ingieren, por la excesiva basura que se acumula en los mares y ríos, dichos plásticos, que también generan daños tóxicos por su muy lenta degradación.
Como ya se ha mencionado, la contaminación interna que permea en nuestro hogar y oficina, también trasciende hacia el exterior. Como personas responsables, debemos estar atentos a las situaciones microambientales de nuestro entorno y comunidad en general. Hacer uso racional de todos los aparatos y de los plásticos, mantener un aire limpio en nuestra casa a través de limpieza y uso de purificadores de aire.
¿Cómo se clasifican los contaminantes que atentan contra un aire puro y respirable?
No degradables. Primero empecemos por estos, que son muy problemáticos para cualquier sociedad. Como su
nombre lo indica, estos no se descompondrán de forma natural. Lo que se recomienda, es que esta clase de materiales se traten para su eliminación, ya que cuando empiezan a contaminar, no hay vuelta atrás. Ej. Mercurio y plomo. Trabajar bajo estos elementos, conlleva un riesgo importante, por ello, es esencial que exista un método de purificación del aire (purificadores de aire), así como ventilación, para bajar sus niveles en un determinado entorno.
De degradación lenta que bloquean el aire puro. En esta categoría entran los plásticos y otros más, cuyos componentes toman muchos años para degradarse. El reciclado es fundamental, al igual que su aminoración en la utilización.
No persistentes o degradables. Son aquellos que se pueden reducir con relativa facilidad a través de métodos
químicos, biológicos o naturales. Son relativamente amigables con el medio ambiente.
Biodegradables. Cuando hablamos de biodegradación, también de manera natural tenemos que mencionar la metabolización o síntesis de los componentes de un objeto o proceso en general. Esta clase de contaminantes se degradan muy fácilmente por el solo accionar de las bacterias. Como ejemplo, están las aguas residuales en ríos, que se pueden descomponer de forma sencilla por medio de las bacterias, sin embargo, si la cantidad de contaminante resulta mayor al proceso natural de degradación, entonces la mano humana debe intervenir para acelerar dicho proceso.
¿Cuáles son los efectos nocivos de la contaminación ambiental en nuestro cuerpo por falta de aire puro?
Investigadores en la ciudad de California, han encontrado una relación alarmante entre la polución que sufrimos a
diario y las afecciones cardiacas que podríamos contraer, precisamente por problemas de ensanchamiento de las paredes internas de nuestras arterias.
Ahora, hay que entender una cosa, respirar aire contaminado de exteriores e interiores, significa un proceso lento, silencioso, que toma años antes de sentir los síntomas de mayor relevancia para la salud, esos síntomas que nos advierten seriamente acerca de los daños que estamos acumulando en nuestro sistema. En promedio, el ser humano aspira 2,5 micrómetros de partículas, las cuales son responsables de la irritación de las arterias, más propiamente sus paredes.
Para empeorar la situación, los investigadores han notado que dichas partículas, van creciendo 10 micrómetros por m3, acrecentando aún más el daño que reciben nuestras arterias. Hay que empezar a tomar medidas desde el núcleo familiar donde vivimos, tener una cultura de la higiene en todo momento, inculcarles a los más pequeños a ser conscientes de tal problemática, tener nuestros aparatos en las mejores condiciones, como el aire acondicionado, tener una buena ventilación, hacer uso de purificadores de aire (naturales y artificiales).
Los grandes daños del tabaco en el organismo de la mujer embarazada
Al desvanecer el poco o mucho aire puro que tenemos en nuestra casa, el humo de cigarro es igual o más dañino que respirar el humo de los coches y fábricas, tanto para el activo y el pasivo, a tal grado que los daños serán a futuro, afectando el desarrollo físico e intelectual del niño.
Cuando un infante se expone al humo del tabaco, es probable que a lo largo de su vida desarrolle varias enfermedades, como el asma, bronquitis crónica, enfisema, enfermedades cardiacas e incluso un síndrome de muerte súbita. Es preponderante que se minimice el consumo de este producto, para el bien de la familia.