Uso de ventiladores para climatización de invernaderos
Anteriormente en el blog de H2O TEK hablamos de la importancia de contar con elementos para la climatización de invernaderos, como un ventilador, sistema de riego, calefactores, entre otros, para garantizar que al interior las plantas cuenten con las condiciones adecuadas para garantizar su desarrollo. Los materiales empleados en la construcción de invernaderos y adoptar medidas específicas para evitar que factores como las bajas temperaturas y plagas puedan dañar los cultivos son puntos clave a tener en cuenta al tener un invernadero, pero no sólo estos pueden interferir en la producción, también las temperaturas elevadas y la falta de una circulación adecuada de aire. En esta ocasión hablaremos de aquellos equipos y aditamentos que se recomienda emplear para su manejo.
La temperatura es uno de los factores que mayor influencia tiene en el desarrollo de las especies vegetales y dentro de un invernadero su control es de gran importancia. Esto se debe a que un invernadero funciona elevando la temperatura en su interior por liberación de radiación infrarroja a partir de la captación de la radiación solar y esta llega a ser tan elevada que se requiere de un sistema de refrigeración adecuado para evitar que las plantas sufran algún tipo de daño. Por tanto, en zonas donde el clima se caracteriza por ser especialmente cálido durante todo el año, y en aquellos invernaderos donde se desarrollan las actividades productivas en verano, se recomienda emplear equipos especiales para refrescar el interior.
Al adoptar medidas para el control de la temperatura al interior de los invernaderos se crean las condiciones adecuadas para el desarrollo de plantas y para reducir riesgos de salud en quienes laboran en su interior. Además del uso de equipos de ventilación, en caso de que las temperaturas sean muy elevadas lo que se sugiere es emplear estrategias que reduzcan la radiación solar que llega directamente a los cultivos y mantener un buen nivel de humedad a través de la evaporación de agua. Para reducir la radiación directa las técnicas de sombreo son la mejor opción y pueden ser dinámicas o estáticas. Las técnicas dinámicas consisten en instalar cortinas móviles y regar la cubierta del invernadero, mientras que las estáticas comprenden el encalado, con un compuesto de cal apagada o carbonato cálcico, y la instalación de mallas de polipropileno, poliéster, polietileno o derivados acrílicos.
Por su lado, los sistemas de ventilación regulan además de la temperatura los niveles de humedad y el nivel de dióxido de carbono al renovar el aire interior. Existen técnicas naturales y forzadas para la ventilación de un invernadero y en las condiciones como las que describimos al inicio de esta publicación, la forzada es la más recomendada y para ello se emplea un ventilador. Cabe mencionar que la ventilación es clave incluso en aquellos lugares donde las temperaturas no se caracterizan por ser particularmente elevadas, ya que la renovación del aire es fundamental para proporcionar a las plantas los niveles de dióxido de carbono adecuados para su desarrollo. En estos casos la ventilación pasiva o natural puede ser suficiente y esta consiste en disponer ventanas en la cubierta y paredes del invernadero de una superficie que sea equivalente en total a un 18-22% del invernadero.
Es importante tener en cuenta que el tipo de ventiladores empleados en la ventilación forzada deben reunir una serie de características especiales. En primer lugar estos ventiladores tienen que ser de tipo extractor, cuyo funcionamiento se base en tomar el aire del interior para expulsarlo hacia afuera, aunque para su uso hay que tener en consideración que la temperatura interior siempre será equivalente a la temperatura exterior, razón por la que se requiere también de técnicas de refrigeración.
Como ya mencionamos, la refrigeración consiste en la evaporación de agua y para ello hay dos sistemas disponibles para invernaderos: los de nebulización fina y las pantallas evaporadoras. Por un lado, el sistema de nebulización fina, conocido comúnmente por su nombre en inglés como fog system se hace cargo de la hidratación del aire emitiendo pequeñas partículas de agua que se mantienen suspendidas en el aire y se evaporan antes de caer, por lo que el cultivo no se moja en ningún momento y no se presentan los riesgos del contacto directo con el agua. Estos sistemas se componen de bombas, motores, inyectores, termostatos, filtros, humidostatos, boquillas nebulizadoras y requieren de una sistema de tuberías que se instala en el techo del invernadero. La ventaja de este sistema es que puede operar de manera automática y su uso se sugiere en particular en producción de especies ornamentales.
Por otro lado, las pantallas evaporadoras se instalan en las paredes del invernadero y operan en conjunto con ventiladores en las paredes opuestas a las pantallas. Estos elementos son porosos y absorben la humedad del aire que pasa a través de ellas de modo que bajan la temperatura. Los sistemas de pantallas evaporadoras se conocen comúnmente como cooling system o hidrocooling y su uso está especialmente en invernaderos que son muy herméticos y donde los requerimientos de reducción de temperatura es de hasta 10°C por debajo de la temperatura habitual. Estas técnicas funcionan como humidificadores y no representan riesgos para los cultivos.
Los sistemas de ventilación y refrigeración son sin duda indispensables para mantener algunas de las condiciones básicas necesarias en un invernadero e influyen en la temperatura, nivel de humedad, cantidad de dióxido de carbono contenido en el aire y la iluminación. Existen además otros elementos empleados para el control más exacto de estos y otros factores que permitan garantizar las condiciones requeridas al interior de un invernadero para el desarrollo de las especies que en él se producen, como calentadores. En futuras publicaciones en el blog de H2O TEK hablaremos sobre ellos y otras opciones existentes.
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