Saber discernir las diferencias entre enfriadores, evaporadores, humidificadores, nebulizadores y los subtipos de aire acondicionado, te llevarán a una mejor experiencia de inversión en climatización, ya sea a nivel doméstico, comercial o industrial.
Dentro de la ventilación industrial, lo más preponderante es el ahorro energético que se puede percibir en cualquier proyecto de esta clase, sobre todo al lidiar con temporadas más críticas de frío o calor que obligan al uso excesivo de aparatos, y al inherente aumento sistemático de energéticos convencionales en todo el mundo.
Factores para elegir el mejor sistema de ventilación industrial
Realmente para elegir el mejor sistema, se atenderán a ciertos factores. Uno de ellos, es el costo de instalación. Por ejemplo, el ventilador quizás sea el más sencillo de instalar, pero habrá de tener cuidado con esta clase de mecanismos, porque solo habrá dispositivos con hélices que arrojen aire solo porque sí, llegando incluso a empeorar la sensación térmica de un área cerrada; lo importante es que haga circular el oxígeno respirable. Los humidificadores también son sencillos de montar y nada costosos en el momento, a menos que se trate de un proyecto robusto de enfriamiento de aire; estos sistemas otorgan mejores rendimientos en espacios pequeños y medianos. Pero definitivamente dentro de la ventilación industrial, el más costoso de instalar es el aire acondicionado tipo chiller, o los que van centralizados y ramificados para todas las áreas de un complejo.
Asimismo, otro factor a considerar, es la humedad del espacio a climatizar, ya sea en saturación excesiva o sequedad importante. En ese sentido, lo más recomendable es instalar sistemas mixtos, que permitan una humidificación cuando haya microclima seco con posibilidad de estática, o cuando exista una gran saturación, y el uso de desecantes sea lo más relevante y necesario.
El espacio. Dependiendo de las dimensiones del área a climatizar, es donde se debe de partir para la iniciación de un proyecto de ventilación industrial. Si no se calculan los caudales de aire por metro cúbico de una nave industrial o complejo comercial, entonces la obsolescencia o inefectividad del sistema se sentirá en el primer día.
Lo importante de todo esto, es contar con sistemas que posean dos o más funciones, como mínimo se espera: que enfríen el aire y disipen el calor, en caso de enfriamiento de aire. Pero, además, los dispositivos de climatización excepcionales, deberían tener las características para humidificar, desecar y, sobre todo, purificar el ambiente respirable.
En caso de la adquisición de ventiladores para una estancia, es importante que posean motores potentes para propiciar la circulación del aire de forma eficaz y eficiente. Y entre más alejados de las personas, mucho mejor. Ese vendría siendo un ventilador casero o industrial que realmente vale la pena comprar. Lo relevante es que dichos sistemas tengan la capacidad de circular el aire de forma efectiva, para mitigar los efectos de la una eventual e incómoda sensación térmica.
La ventilación industrial o aire acondicionado, trabajarán mucho mejor con las características de humidificación y deshumidificación. Por ello, tal vez lo mejor sería invertir en humidificadores y desecantes portátiles o fijos, ideales para cualquier ciudad o región que sufra de constantes fluctuaciones climáticas y microclimáticas. Obviamente el sistema de humidificación no será necesario en regiones costeras o con mucha humedad, lo que sí le hace al desecante, propicio para estos lugares.
Lo que importa es mantener el clima en perfecto balance, dependiendo de las condiciones atmosféricas, y muchas veces eso se logra con simplemente controlar los porcentajes de saturación atmosférica en espacios cerrados.
El ventilador es la opción más económica, pero a veces no muy funcional con ciertas características microclimáticas en un edificio. Lo mejor es tener flexibilidad de estos sistemas, al adaptarse a otros mecanismos que hagan eficiente a los sistemas ya disponibles.